
El equipo Sub18 del Club de Rugby La Mar Badajoz volvió a competir este fin de semana en un duelo marcado por la intensidad, la igualdad y el espíritu de lucha que caracteriza a esta generación. En un encuentro muy disputado ante UAS Mairena, los nuestros dejaron todo en el campo, pero el marcador final (10–19) terminó inclinándose del lado visitante.
El choque comenzó con ambos equipos midiendo fuerzas en los puntos de contacto. El CR La Mar Badajoz planteó un juego valiente, buscando avanzar con continuidad y velocidad, mientras que Mairena impuso una defensa sólida y muy ordenada. Los primeros minutos fueron un tira y afloja constante: cada metro costaba trabajo y el dominio cambiaba de manos con frecuencia.
A pesar de ello, los nuestros supieron encontrar espacios y generaron fases de gran calidad, especialmente en el juego abierto, donde el equipo mostró una clara evolución respecto a jornadas anteriores. La presión en defensa también fue notable, obligando al rival a cometer errores y dificultando la circulación de balón.
El partido llegó a su tramo final con una diferencia ajustada en el marcador. Los Sub18 apretaron, creyeron y fueron capaces de ganar terreno jugando con determinación. Sin embargo, varios detalles puntuales —imprecisiones en zona de definición, decisiones arbitrales y pequeños desajustes defensivos— terminaron marcando la diferencia a favor del rival.
Aun así, el espíritu competitivo del equipo fue innegociable: se jugaron los últimos minutos con el corazón por delante, buscando hasta el último segundo un cambio en el resultado.
Esta derrota supone la cuarta consecutiva, pero lo que ocurre dentro del campo demuestra otra realidad: el equipo está creciendo. Los jugadores muestran mayor madurez, mejor toma de decisiones y una actitud que refleja compromiso, orgullo y ganas de mejorar.
La constancia en los entrenamientos está dando sus frutos y, aunque aún falte transformar ese avance en victorias, el camino es el correcto. El rugby no solo se mide en puntos, también en evolución, cohesión y capacidad para levantarse después de cada caída.
Y este grupo lo está demostrando.
El vestuario es consciente de que las temporadas no se definen en los momentos fáciles, sino en los difíciles. Estos partidos, donde el equipo compite de tú a tú y se queda cerca, son los que construyen carácter y preparan para lo que viene.
Porque si algo ha demostrado este equipo, es que tiene corazón, talento y una inmensa capacidad para superarse.
💪 Seguimos. No se deja de creer.




































































